Todo empieza por el año 1985, tras la búsqueda de una actividad que me permita estar cerca a mi familia, trabajar en mi profesión y cumplir mis metas y objetivos como mujer.

 

Empecé en mi casa en la sala de juegos donde daba clases de porcelanicrón a mis amigas, vecinas y primas, nos reuniamos 2 veces a la semana y realizabamos trabajos muy bonitos y prácticos que decoraban espacios en el hogar, en esa época el trabajar con masa de imitación porcelana era el top, los recuerdos de bodas, bautizos, 15 años y eventos especiales eran los más elegantes porque se realizaba manualmente. Mi madre era mi fan número uno, quien me alentaba a seguir haciendo estas manualidades sin dejar a un lado mi profesión y papel de madre (2 hijos). Como iban creciendo mis conocimientos en la rama artesanal me titulé como Maestra en la Rama Artesanal y me certifiqué en la Junta de Defensa del Artesano para tener un local propio, durante todos estos años he tenido muchas seguidoras del Sector: la Mitad del Mundo, Calacalí, Pomásqui, Carapungo y varias de la ciudad de Quito y algunas extranjeras que me han acompañado durante toda esta vida de artesana, a ellas y ellos - unos pocos - debo mi crecimiento profesional en esta rama.

 

Han transcurrido 35 años desde que abrí mi Taller Artesanal, un taller que ha visto crecer algunas generaciones de alumnas que hoy me recuerdan con cariño al igual que yo.

Muchas Gracias...